Si alguna vez te has arrepentido de un color de cabello o simplemente quieres un cambio radical, la extracción de color puede ser tu mejor aliada.
Pero, ¿es lo mismo que la decoloración?
¿Daña el cabello? ¿Se puede hacer en casa?
Tranquila, en OPB te contamos todo lo que necesitas saber para despedirte de un color sin dañar tu melena.
¿Qué es la extracción de color?
La extracción de color es un proceso capilar químico o natural que elimina los pigmentos artificiales depositados en el cabello mediante tintes permanentes o semi-permanentes.
A diferencia de la decoloración, este procedimiento no afecta la melanina natural del cabello, lo que significa que tu tono base se mantiene intacto.
Este proceso es ideal para quienes desean corregir un color no deseado, preparar el cabello para una nueva coloración o simplemente restaurar su color natural.
Los productos usados en la extracción de color varían en intensidad y formulación.
Hay desde removedores suaves sin amoníaco hasta tratamientos químicos más fuertes según la necesidad.
¿Cuándo necesitas una extracción de color?
Existen muchas razones por las cuales podrías necesitar una extracción de color.
Algunas de las más comunes incluyen:
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Color inesperado: Si te aplicaste un tinte y el resultado no fue el que esperabas, una extracción de color puede ayudarte a corregirlo.
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Oscurecimiento excesivo: Si aplicaste un tinte demasiado oscuro y deseas aclararlo sin recurrir a una decoloración agresiva.
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Cambio de look: Si deseas cambiar radicalmente tu color de cabello, eliminar los residuos de tintes anteriores facilitará la aplicación de un nuevo tono.
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Corrección de acumulación de pigmentos: Con el tiempo, los tintes pueden acumularse en el cabello, generando un color opaco y desigual. La extracción de color ayuda a eliminar esos pigmentos acumulados para un aspecto más fresco y uniforme.
Diferencia entre extracción de color y decoloración
Aunque ambas técnicas tienen el propósito de modificar el color del cabello, funcionan de manera diferente:
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Extracción de color: Su objetivo es eliminar los pigmentos artificiales de los tintes sin afectar el color natural del cabello. Es un proceso más suave y menos agresivo.
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Decoloración: Es un procedimiento más fuerte que elimina tanto los pigmentos naturales como artificiales del cabello. Se usa peróxido de hidrógeno y amoníaco para aclarar drásticamente el cabello, lo que puede debilitar la cutícula y aumentar la porosidad.
Si buscas un cambio de color sin comprometer la salud de tu cabello, la extracción de color es una opción más segura.
Tipos de extracción de color
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Decolorantes suaves: Para retirar pigmentos semi-permanentes.
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Removedores de color comerciales: Productos específicos que eliminan tintes permanentes.
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Métodos caseros: Como bicarbonato con shampoo clarificante (eficaz pero secante).
Alternativas naturales para remover el color
Si prefieres evitar los productos químicos, hay alternativas naturales que pueden ayudar a desvanecer el tinte sin maltratar tu cabello:
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Bicarbonato de sodio y shampoo clarificante: Mezclar estos ingredientes puede ayudar a eliminar pigmentos de manera progresiva.
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Vinagre y agua caliente: El vinagre de manzana ayuda a cerrar la cutícula y a desvanecer colores oscuros o intensos.
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Aceite de coco o de oliva: Aplicado en cabello seco, ayuda a eliminar residuos de tintes semi-permanentes mientras nutre la fibra capilar.
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Miel y canela: Esta combinación tiene propiedades aclarantes naturales y es ideal para cabellos más claros.
Cuidados antes y después del proceso
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Hidrata tu cabello con mascarillas nutritivas.
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Evita el uso excesivo de calor.
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Usa shampoo y acondicionador sin sulfatos.
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Considera un tratamiento de reconstrucción capilar post-proceso.
¿Puede dañar tu cabello?
Si bien la extracción de color es menos agresiva que la decoloración, puede resecar un poco el cabello.
Dependiendo del producto utilizado, podría ser necesario un tratamiento posterior para restaurar la hidratación y fuerza del cabello.
Para minimizar los daños, asegúrate de usar productos de calidad y seguir una rutina de hidratación intensiva.
¿Qué colores son más difíciles de remover?
Los tonos negros, rojos y fantasía suelen ser más difíciles de eliminar por la intensidad de sus pigmentos.
En estos casos, podrías necesitar múltiples sesiones o combinarlo con una decoloración controlada.
Los tonos pastel o rubios suelen desvanecerse más fácilmente con menos tratamientos.
¿Qué hacer después de la extracción de color?
Después de extraer el color, tu cabello puede quedar más sensible.
Es importante seguir estos cuidados:
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Hidratación profunda: Usa mascarillas nutritivas al menos dos veces por semana.
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Evita herramientas de calor: Reduce el uso de planchas y secadores para prevenir la deshidratación.
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Usa productos sin sulfatos: Mantendrán tu cabello hidratado y saludable.
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Considera un tóner: Si el cabello queda con tonos indeseados, un tóner puede ayudarte a neutralizarlos.
Luce tu cabello como tú lo necesitas con OPB
Cambiar de look no tiene por qué ser un drama.
La extracción de color es una opción segura para decirle adiós a un tinte sin comprometer demasiado la salud de tu cabello.
Ya sea que lo hagas en casa o con un experto, asegúrate de darle a tu melena el cariño que necesita.
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En OnPost Beauty Plata te esperamos para el cambio que necesitas.