Seguro te ha pasado: inviertes en una crema facial que promete cambiar tu piel, pero los resultados simplemente no se ven.
Y no es porque el producto no funcione, sino porque muchas veces no lo aplicamos correctamente o no aprovechamos su máximo potencial.
No te preocupes, en OnPost Beauty estamos aquí para revelarte los mejores secretos y tips para que tus cremas faciales hagan su magia.
¡Es hora de lucir esa piel radiante que tanto quieres!
Ya sea que estés comenzando tu rutina de skincare o quieras perfeccionar la que ya tienes, estos consejos son para ti.
1. Conoce tu tipo de piel
Antes de cualquier cosa, tienes que saber qué tipo de piel tienes.
No todas las cremas funcionan igual en piel seca, grasa, mixta o sensible.
La piel seca necesita hidratantes potentes, mientras que la piel grasa se beneficia de texturas ligeras como geles o lociones.
La piel sensible, por su parte, requiere fórmulas suaves sin fragancias ni alcohol.
¿Cómo descubrir tu tipo de piel?
Observa cómo reacciona tu rostro durante el día:
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Si brilla en la zona T (frente, nariz y barbilla), tu piel es mixta.
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Si todo tu rostro luce brillante, es grasa.
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Si sientes tirantez, tu piel es seca.
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Si se enrojece o reacciona con facilidad, es sensible.
Con esta información, elegirás cremas que realmente funcionen para ti, maximizando sus beneficios.
2. Aplica tus cremas sobre la piel limpia
La regla de oro: tu piel debe estar limpia antes de aplicar cualquier producto.
Al final del día, tu rostro acumula sébum, contaminantes, sudor y restos de maquillaje que impiden que los ingredientes activos de tus cremas penetren correctamente.
¿Qué hacer?
Usa un limpiador suave acorde a tu tipo de piel.
Si tu piel es seca, opta por leches o aceites limpiadores.
Para piel grasa, elige geles purificantes.
Recuerda: nunca frotes fuerte tu piel, sécala a toques con una toalla limpia para evitar irritaciones.
Si usas agua de rosas o tónico después de limpiar, asegúrate de que la piel esté completamente libre de residuos antes de aplicar la crema.
3. Sigue el orden correcto de aplicación
El orden de tu rutina de skincare importa y mucho.
Si aplicas productos en desorden, podrías bloquear la absorción de algunos ingredientes activos.
¿Cómo hacerlo bien?
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Limpiador: Limpia el rostro para eliminar impurezas.
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Tónico: Equilibra el pH y prepara la piel.
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Sueros o tratamientos: Aportan activos concentrados.
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Crema hidratante: Sella los sueros y mantiene la humedad.
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Protector solar: Protege la piel de los rayos UV (en la mañana).
Recuerda: de lo más ligero a lo más denso.
Siguiendo esta secuencia, tu piel aprovechará cada producto al máximo.
4. No exageres con la cantidad
Usar demasiada crema no significa mejores resultados.
Al contrario, aplicar más producto del necesario puede tapar tus poros y provocar grasa excesiva o brotes.
Además, estarías desperdiciando el producto.
La clave está en la cantidad justa:
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Para el rostro: una cantidad similar al tamaño de una moneda pequeña o de un guisante.
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Para el contorno de ojos: un granito de arroz para cada ojo.
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Para el cuello y escote: una cantidad ligeramente mayor.
Aplica menos producto al inicio y agrega más si lo necesitas.
Tu piel te dirá cuánto es suficiente.
5. Aplica tus cremas con movimientos correctos
La manera en que aplicas tus cremas también influye en su efectividad.
Frotar o arrastrar la piel puede causar irritación y favorecer la aparición temprana de arrugas.
¿La técnica ideal?
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Usa las yemas de los dedos y aplica con movimientos suaves y ascendentes.
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Comienza desde el centro del rostro hacia afuera.
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En el contorno de ojos, da pequeños toques con el dedo anular (es el que menos presión ejerce).
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No olvides masajear cuello y escote con movimientos ascendentes.
Así favoreces la circulación sanguínea y la absorción del producto.
6. Dale tiempo a cada producto
Si aplicas tus productos uno detrás del otro, podrían mezclarse y perder su efectividad.
Dale tiempo a cada crema o suero para que se absorba.
Tip:
Espera entre 30 segundos y 1 minuto antes de aplicar el siguiente producto.
Puedes aprovechar para masajear tu rostro o hidratar tus labios mientras esperas.
La paciencia en tu rutina se reflejará en tu piel.
7. Complementa tus cremas con un estilo de vida saludable
Tu piel refleja tu estilo de vida.
Ningún producto hará milagros si duermes poco, no tomas agua o consumes exceso de azúcar y grasas.
Pequeños cambios que marcan la diferencia:
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Bebe al menos 2 litros de agua al día.
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Duerme entre 7 y 8 horas.
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Come frutas, verduras y grasas saludables (aguacate, nueces).
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Haz ejercicio para mejorar la oxigenación de tu piel.
Tu piel brillará desde adentro.
8. No olvides tu cuello y escote
El cuello y el escote son extensiones del rostro, y su piel también es delicada.
Aplicar crema en estas zonas previene la flacidez y el envejecimiento prematuro.
¿Cómo cuidarlas?
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Usa movimientos suaves y ascendentes.
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Aplica protector solar diariamente.
Cuida estas áreas y verás cómo se mantienen firmes y luminosas.
9. Elige productos con ingredientes activos
Busca cremas con ingredientes activos adaptados a tus necesidades:
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Hidratar: Ácido hialurónico.
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Iluminar: Vitamina C.
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Anti-edad: Retinol y péptidos.
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Calmar: Áloe vera o centella asiática.
Un buen producto marcará la diferencia en tu rutina.
10. La constancia es clave
El skincare no es un milagro de un día.
Los mejores resultados llegan con constancia.
¡Haz de tu rutina un hábito diario!
Aprovecha tus cremas y ten un cutis envidiable en tu carita
Lograr una piel radiante no es cuestión de suerte, sino de saber aplicar tus cremas correctamente.
Es también mantener una rutina constante.
Sigue estos tips y dale a tu piel el cuidado que merece.
¡Tu rostro te lo agradecerá con OnPost Beauty! 🌿